Buenos días mis estimados lectores (as), disculpándome por la ausencia de este su blog, comenzare a escribir, sobre un tema que pude pensar en este tiempo, de hecho quería escribir sobre esto desde hace un buen. Pero por diversas razones lo hago hasta hoy. Lo titulare EL AMOR DE LA MALINCHE 500 AÑOS DESPUES
Mientras me dirigía a mi trabajo, para lo cual tengo que manejar aproximadamente unos 25 km desde su humilde casa, su servidor siempre trae música en el coche y generalmente viene tarareando o haciendo que toca la guitarra con el volante; bueno el caso es que me rebaso una camioneta Ford Lobo King Ranch 2009, conducida por un señor moreno, de cabellos parados, con semblante de haber pasado mucho tiempo trabajando, muchos días de su vida en el sol, y mi primer pensamiento fue y lo digo con toda sinceridad “este cabrón ha de ser narco o zeta”, para casi con la misma velocidad en que pensé eso, llegara a mi mente la imagen de, porque el ser morenito, cabellos parados, tostado al sol, etc, etc., no nos da la posibilidad (en este caso) de ser dueños de una camioneta de ese tipo. ¿Cuáles son los estándares de belleza requeridos para poder ser dueño de un bien material; sin parecer que es robado o que uno se dedica a alguna actividad ilícita?. La respuesta es ninguno, simplemente es lo que nos hemos dejado imponer a través de los años, mediante culturas ajenas a las nuestras, mediante estándares globales a los cuales el mexicano no tiene ni debe porque tratar de encajar, señoras y señores, nuestros antepasados, los verdaderos mexicanos; no eran ni rubios, ni de ojos claros, ni altos, ni delgados, etc. Nuestros antepasados fueron los olmecas, mayas, mexicas, aztecas, toltecas, zapotecas, etc.
Y deberíamos estar orgullosos de ese pasado, de esas raíces, de esa historia que créanme, no muchos pueblos se pueden vanagloriar de tener. Si fuimos conquistados es otra historia, si fuimos mezclados, si los españoles dieron pauta al mestizo esa es una parte pequeña de lo que verdaderamente somos. Nuestro valor fue desplazado en aquella época a base de muertes y sangre, ahora vemos que nos desplazan más fácilmente, mediante estándares impuestos y que nosotros fácilmente llegamos a aceptar. Si nuestros antepasados lucharon por su pueblo, nosotros deberíamos de avergonzarnos de no hacer nada por nosotros mismos. Entre nosotros nos maltratamos, un indígena es motivo de burla en la ciudad, un moreno no es visto de la misma forma que un “güero”, a los campesinos se les trata como animales y a los que parecen “gente bien” se les abren todas las puertas.
Sé porque lo he vivido, que muchas veces esa “gente bien”, tiene más vicios y cosas malas, que la gente humilde, la misma que cuando te da algo es porque realmente sabe que lo vas a valorar, la que conoce lo que cuesta ganarse las cosas; y no generalizo de los dos lados hay vicios, es normal. Pero sinceramente al más jodido es al que más se sigue jodiendo.
Cuando veamos normal que una gente que con su trabajo y esfuerzo, ande en la camioneta que quiera, o tenga la casa que quiera y viva como quiera y no pensemos, “pero no deja de ser un naco” o “pinche negro ni con ese carro se ve bien”. Ese día seremos otra sociedad, una donde lo externo no cuente más que lo interno, una donde todos tengamos el mismo valor y las mismas oportunidades.
Donde yo no tenga pensamientos estúpidos que no deben de ser, y lo digo así, porque soy afortunado en poder tener amigos humildes, pero que ante todo está el respeto mutuo sin interponer las estúpidas “clases sociales”.
Tuvimos uno de los mejores presidentes del país, con Don Benito Juárez García que fue un indígena y pudo llegar a ser presidente, que mejor ejemplo que todos somos iguales y podríamos hacer cosas similares, si solo se nos dieran las mismas oportunidades, no se para ustedes pero yo me pregunto que puede ser mejor: el español asaltante, violador, expresidiario, asesino, que vino a matar a diestra y siniestra solo para imponer su “cultura”, sin contar la destrucción de muchas reliquias nuestras; pero eso si alto, güero y de ojo claro. O aquel señor bajito, morenito, de cabellos lacios y ojos oscuros, que salió de uno de los lugares con mayor marginación del país, estudio, se supero, se preparo y llego a ser presidente.
Es por eso que debemos olvidar el racismo nacional, si queremos que nos respeten, tenemos que empezar por respetarnos nosotros mismos. Porque eso sí, cuando alguien le hace algo a un mexicano en el exterior, ahí si repudiamos, gritamos, exigimos respeto, pero al salir a la calle y ver al vendedor del chicles le decimos ¡quítate pinche indio pata rajada!, y al extranjero le damos hasta lo que no.
Y no tengo nada en contra de los güeritos, ellos no tienen la culpa, de que nosotros denigremos a los morenos o al menos no pensemos que pueden ser igual o mejores que ellos, hay que valorarnos por lo que somos, no por lo que tenemos y si llegamos a tener algo a base de trabajo, bienvenido pero eso tampoco nos hace mejores, güeros, morenos, altos, bajos, gordos, flacos. Todos vamos a morir y eso es una realidad.
Hoy seamos iguales, en realidad así debió de ser siempre ANTES DEL AMOR DE LA MALINCHE.
PAZ
Mientras me dirigía a mi trabajo, para lo cual tengo que manejar aproximadamente unos 25 km desde su humilde casa, su servidor siempre trae música en el coche y generalmente viene tarareando o haciendo que toca la guitarra con el volante; bueno el caso es que me rebaso una camioneta Ford Lobo King Ranch 2009, conducida por un señor moreno, de cabellos parados, con semblante de haber pasado mucho tiempo trabajando, muchos días de su vida en el sol, y mi primer pensamiento fue y lo digo con toda sinceridad “este cabrón ha de ser narco o zeta”, para casi con la misma velocidad en que pensé eso, llegara a mi mente la imagen de, porque el ser morenito, cabellos parados, tostado al sol, etc, etc., no nos da la posibilidad (en este caso) de ser dueños de una camioneta de ese tipo. ¿Cuáles son los estándares de belleza requeridos para poder ser dueño de un bien material; sin parecer que es robado o que uno se dedica a alguna actividad ilícita?. La respuesta es ninguno, simplemente es lo que nos hemos dejado imponer a través de los años, mediante culturas ajenas a las nuestras, mediante estándares globales a los cuales el mexicano no tiene ni debe porque tratar de encajar, señoras y señores, nuestros antepasados, los verdaderos mexicanos; no eran ni rubios, ni de ojos claros, ni altos, ni delgados, etc. Nuestros antepasados fueron los olmecas, mayas, mexicas, aztecas, toltecas, zapotecas, etc.
Y deberíamos estar orgullosos de ese pasado, de esas raíces, de esa historia que créanme, no muchos pueblos se pueden vanagloriar de tener. Si fuimos conquistados es otra historia, si fuimos mezclados, si los españoles dieron pauta al mestizo esa es una parte pequeña de lo que verdaderamente somos. Nuestro valor fue desplazado en aquella época a base de muertes y sangre, ahora vemos que nos desplazan más fácilmente, mediante estándares impuestos y que nosotros fácilmente llegamos a aceptar. Si nuestros antepasados lucharon por su pueblo, nosotros deberíamos de avergonzarnos de no hacer nada por nosotros mismos. Entre nosotros nos maltratamos, un indígena es motivo de burla en la ciudad, un moreno no es visto de la misma forma que un “güero”, a los campesinos se les trata como animales y a los que parecen “gente bien” se les abren todas las puertas.
Sé porque lo he vivido, que muchas veces esa “gente bien”, tiene más vicios y cosas malas, que la gente humilde, la misma que cuando te da algo es porque realmente sabe que lo vas a valorar, la que conoce lo que cuesta ganarse las cosas; y no generalizo de los dos lados hay vicios, es normal. Pero sinceramente al más jodido es al que más se sigue jodiendo.
Cuando veamos normal que una gente que con su trabajo y esfuerzo, ande en la camioneta que quiera, o tenga la casa que quiera y viva como quiera y no pensemos, “pero no deja de ser un naco” o “pinche negro ni con ese carro se ve bien”. Ese día seremos otra sociedad, una donde lo externo no cuente más que lo interno, una donde todos tengamos el mismo valor y las mismas oportunidades.
Donde yo no tenga pensamientos estúpidos que no deben de ser, y lo digo así, porque soy afortunado en poder tener amigos humildes, pero que ante todo está el respeto mutuo sin interponer las estúpidas “clases sociales”.
Tuvimos uno de los mejores presidentes del país, con Don Benito Juárez García que fue un indígena y pudo llegar a ser presidente, que mejor ejemplo que todos somos iguales y podríamos hacer cosas similares, si solo se nos dieran las mismas oportunidades, no se para ustedes pero yo me pregunto que puede ser mejor: el español asaltante, violador, expresidiario, asesino, que vino a matar a diestra y siniestra solo para imponer su “cultura”, sin contar la destrucción de muchas reliquias nuestras; pero eso si alto, güero y de ojo claro. O aquel señor bajito, morenito, de cabellos lacios y ojos oscuros, que salió de uno de los lugares con mayor marginación del país, estudio, se supero, se preparo y llego a ser presidente.
Es por eso que debemos olvidar el racismo nacional, si queremos que nos respeten, tenemos que empezar por respetarnos nosotros mismos. Porque eso sí, cuando alguien le hace algo a un mexicano en el exterior, ahí si repudiamos, gritamos, exigimos respeto, pero al salir a la calle y ver al vendedor del chicles le decimos ¡quítate pinche indio pata rajada!, y al extranjero le damos hasta lo que no.
Y no tengo nada en contra de los güeritos, ellos no tienen la culpa, de que nosotros denigremos a los morenos o al menos no pensemos que pueden ser igual o mejores que ellos, hay que valorarnos por lo que somos, no por lo que tenemos y si llegamos a tener algo a base de trabajo, bienvenido pero eso tampoco nos hace mejores, güeros, morenos, altos, bajos, gordos, flacos. Todos vamos a morir y eso es una realidad.
Hoy seamos iguales, en realidad así debió de ser siempre ANTES DEL AMOR DE LA MALINCHE.
PAZ