Hola mis estimados lectores (as), el día de hoy me vino a la mente un tema que espero sea de su agrado lo llamaré los Demonios Internos.
A lo largo de nuestras vidas, mientras vamos adquiriendo el conocimiento que se denomina experiencia, adquirimos también temores, muchos sin una base realmente sólida para existir en nuestro pensamiento, pero que influyen de una manera significativa en nuestra forma de ver la vida y de relacionarnos con las personas. Y es que a mayor sea el temor a algo, es proporcional la forma en que trataremos de que eso no nos pase, sin embargo en ese intento de evitar lo que nos causa temor, estamos dejando pasar la vida y desperdiciando oportunidades que se nos escabullen entre los ojos, y lo que es peor seguimos sintiéndonos temerosos y heridos.
Es como aquél enamorado al cual le rompieron el corazón, mediante una traición y fue tanto su dolor que abandona las ganas de relacionarse de nuevo para no ser herido, o aquella persona que sufrió maltrato físico por parte de su pareja y después de separados piensa que todos los que vengan pueden ser igual, o quizá hasta inconscientemente los busque del mismo perfil y obviamente sufrirá de los mismos abusos. Si, muchos de estos demonios no son vistos o sentidos como tal por las personas que los padecen, los creen parte de una vida "normal" y ahí es donde se hace dificil sacarlos. Sin embargo, cuando se detectan y la victima de ellos los acepta se puede iniciar con el "tratamiento".
Muchas veces buscamos victimizarnos o culpar a otros de nuestros errores, para así evadir responsabilidades, ese es un demonio muy grande, ya que creamos un círculo vicioso a nuestro alrededor, que termina alejando a las personas y a nosotros buscando nuevas gentes delante de las cuales aparecer como víctimas.
Los malos recuerdos de nuestra vida, se pueden volver demonios que son difíciles de sacar de nosotros, depende en gran medida del individuo poder superarlo, muchos tienes que recurrir a especialistas, otros a las religiones, otros con amigos, y unos más no logran superarlo, caen en depresión, se vuelven abusadores o víctimas, llegando a matar o matarse. Así de grave pueden ser estas situaciones, hay cosas que no se pueden evitar y que nos pasan por algo, depende de cómo las tomemos es el efecto que causaran en nosotros.
Debemos de llorar, si llorar cuando tengamos motivos para hacerlo, pero motivos verdaderos sean de felicidad o tristeza, pero después dejarlos ahí, si son buenos ok los recordamos con una sonrisa, pero si son malos es mejor simplemente dejarlos como experiencias.
Yo digo, y supongo que es difícil para algunos, pero deberíamos de dejar la mayor parte de esos demonios de lado, exorcizarlos de nuestra vida y dedicarnos a vivir, que no nos de miedo tomar esas decisiones, los errores al final nos enseñan cosas, y pues además se trata de nuestra vida y nadie más la va a vivir, así que pues no siempre nos va a ir bien, pero tampoco nos va a ir mal toda la vida, la diferencia es la velocidad con que nos levantemos cuando caigamos y sí quizá más adelante nos demos cuenta que esa caída fue lo mejor que nos pudo haber pasado.
No podemos sacar conclusiones basándonos en hechos que desconocemos plenamente, como puedo ponerme a pensar que en una determinada relación voy a sufrir si no me animo a experimentarla, o que si intento hacer algo nuevo me puede ir mal, como juzgar antes de conocer, como no atrevernos, como quitarnos las ganas de hacer las cosas, y como no hacernos fuertes cayéndonos y levantándonos. Como no permitirnos vivir, con lo bueno, lo malo, la risa, el llanto, todo eso forma parte de la vida, todo eso nos forma y nos crea los recuerdos, las experiencias, las vivencias.
De que serviría una vida basada en temer a unos demonios, y que cuando nos damos cuenta estamos al borde de la muerte y no nos dimos tiempo de disfrutarla. No dejemos que los demonios ganen, vivamos, seamos felices, lloremos sí, pero tratemos de reír más, atrevámonos a vivir, no hagamos mal si no queremos que nos hagan mal a nosotros, perdonemos, olvidemos lo malo recordemos lo bueno, estamos aquí poco tiempo, porque desperdiciarlo, un minuto puede pasar rápido o volverse una eternidad y todo está en nosotros.
Yo por lo pronto, tengo algo muy claro y es tratar de disfrutar mi vida al máximo, dentro de los estándares de convivencia y sé que al final seré premiado con eso para lo cual he vivido este corto tiempo y que he aprendido a valorar. Para que quiero una casa grande si no tendré con quien compartirla.
La vida es para gozarla, la vida es para vivirla mejor….fabulosos cadillacs