Buenos días mis estimados lectores (as), porque el público lo pidió, les traigo el tercer escrito de la serie titulada HISTORIAS CON SABOR A CAFÉ.
De regreso a su trabajo, Clodomiro había llegado sin contratiempos a su nuevo hogar, el campamento donde se instalaba ahora parecía el mejor refugio que se podía encontrar para evitar un encuentro con Priscila.
Después de un corto tiempo, todo parecía ir viento en popa, en su trabajo existía un crecimiento, en su persona recaían cada vez más responsabilidades, que él había podido sobrellevar, el recuerdo de las noches de cansancio, de los olvidos en el trabajo, de los días en que prácticamente se quedaba dormido de pie, se estaban convirtiendo en difusas imágenes en la mente de Clodomiro, ahora todo parecía estar en orden. Sus jefes, sabían que las tareas que le eran confiadas, iban a ser resueltas de la mejor manera.
Una tarde, Clodomiro regresaba de sus tareas diarias hacia el campamento, el sol estaba por ocultarse, dejando tras de sí estelas de color pardo en el cielo, son de esos momentos en que la visión se hace más difícil, cuando nuestros ojos aun perciben un poco de luz y no terminan de acostumbrarse a la cada vez más creciente oscuridad.
Sin embargo, como el no manejaba, se dio tiempo de voltear a ver quien estaba en la entrada de su trabajo, sin embargo solo alcanzaba a distinguir siluetas oscuras que se movían, vio una silueta femenina, que no era muy común encontrar por aquellos lugares, pero no le dio importancia, podría ser la visita de cualquiera de los que trabajaban allí; reporto su llegada a la base como siempre lo hacía, y mientras descargaban los utensilios de trabajo de la camioneta; se dio tiempo de bromear un poco con el chofer acerca de quién sería el suertudo que tenía una visita de ese tipo.
Con una sonrisa en el rostro, y un par de palas en cada mano, Clodomiro caminaba hacia la puerta del campamento, su mente después de tres meses de no saber nada de Priscila, estaba más que limpia de aquel recuerdo, con cada paso que daba la silueta se acentuaba más y el pudo darse cuenta, que le pertenecía a una mujer físicamente bien dotada, siendo su sorpresa que antes de llegar a la puerta logro por fin distinguir a quien pertenecía el cuerpo que el miraba, Priscila.
Una voz le borro lo poco que le quedaba de sonrisa a su cara, - Hola, mi amor – le dijo, para continuar con un inolvidable – creías que nunca te iba a encontrar, verdad -, en ese momento todos los recuerdos le cayeron de golpe a Clodomiro, que para ese momento no sabía en realidad que hacer, alcanzo a decirle con voz entrecortada –deja entrego esto y ahorita hablamos-; ella le contesto irónicamente – mi amor, si te espere más de dos meses, te puedo esperar un momentito- y se rio.
Clodomiro se apresuro a terminar sus labores del día, rindió un informe rápido y preparo las actividades para el día siguiente, él pensaba que iba a ser fácil, nada mas equivocado de la realidad, Priscila le reclamo el haberla dejado, el intentaba hacer cuadrar la mentira dicha con el hecho de estar donde se supone no estaría, no sabía cómo había sido posible que lo hubiera encontrado, no tres meses después, no ahora que todo estaba tan bien, pero fingía lo mejor que podía.
Ella le dijo – si te quieres librar de mi, te va a costar-, el le pregunto que si que quería a lo que Priscila respondió – quiero , que me pagues lo que me debes -, en la mente de Clodomiro, no había ninguna deuda con ella, sin embargo le pregunto – Y que, es lo que te debo - , Priscila le hizo un listado de cosas que supuestamente ella le había regalado incluyendo el teléfono celular que había roto, concluyendo con una cantidad que a Clodomiro se le hizo, relativamente poco, con tal de recuperar su paz mental.
Entregado el dinero convenido, Priscila se apresuro a hacerle saber a Clodomiro, que a pesar de haberle dado el dinero, ella iba a seguir viéndolo, porque no lo quería dejar tranquilo, más aun cuando se le había perdido un tiempo. Y se fue.
En esa época, Clodomiro vivía, junto con otro compañero de trabajo, en casa de un amigo que para suerte de ellos había estudiado en la misma universidad con ambos y que tenía una casa justo a la vuelta del campamento, donde se podía estar con mayores comodidades.
Pasaron dos días, sin que supiera nada de Priscila, pensaba que con lo que habían acordado del dinero de los supuestos regalos se conformaría, pero esa noche cuando llego a la casa donde dormía, se encontró con que estaba Priscila, esperándolo en la sala mientras charlaba alegremente con su amigo, aquel que no sabía la historia de los dos.
A partir de esa noche, ella se mudo para esa casa, no se le podía decir nada porque se ponía como loca, y amenazaba con ir al trabajo de Clodomiro y hacer un escándalo para que lo corrieran, él con tal de no tener problemas en su trabajo, más aun que había logrado subir de puesto y ahora la jefatura de un departamento caía en sus manos, no se podía dar el lujo de perder todo eso que con trabajo había logrado.
Sobrellevaba, los cambios de humor de Priscila, había noches en que ella se despertaba después de las tres de la madrugada y lo despertaba a él, haciendo ruidos con cualquier cosa, simplemente quería ser tomada en cuenta a la hora que se le ocurría, y pobre de él donde no le hiciera caso, porque era un incesante sonido repitiendo su nombre cada vez mas fuerte – Clodomiro, Clodomiroooo, Clodomiroooooo-, hasta que lograba hacer que se despertara, muchas veces simplemente por diversión, otras más por sexo y otras con cualquier pretexto, en alguna ocasión Clodomiro sintió la mirada de Priscila y al despertar se encontro con que ella lo miraba, mientras jugaba con un cuchillo entre sus manos.
Los nervios de Clodomiro, se encontraban cada vez peor, soñaba con el día en que se pudiera librar de aquella mujer, en las noches se quedaba lo más tarde posible en su trabajo, para verla el menor tiempo que se pudiera, sin embargo sus noches no cambiaban y era un dormir tarde, despertar de madrugada, y de ahí dormir una o media hora más para irse al trabajo.
Ella mientras tanto, se quedaba ahí descansando plácidamente, a veces molestaba a los vecinos, se metía sin permiso a sus casas, solo porque necesitaba usar la estufa, “para hacerle de comer al que iba a ser su marido”. Le ofreció empleo a Clodomiro, obviamente trabajaría con su Papá, que por aquellos tiempos, tenía un buen puesto en la capital del país. Él simplemente, le inventaba excusas para no aceptarlo, aunque la oferta era muy tentadora económicamente hablando, no estaba dispuesto a vender lo poco que le quedaba de cordura, sabiendo que de antemano eso significaba, vivir al lado de Priscila, probablemente para siempre.
Después de recibir nuevos regaños en su trabajo, Clodomiro no estaba dispuesto a continuar con dicha situación y se armo de valor para enfrentar de una vez por todas a Priscila. Esa noche la iba a encarar y pasara lo que pasara, la tendría que sacar de su vida para siempre. Mientras caminaba hacia la casa, Clodomiro repasaba las palabras que iba a utilizar con aquella mujer, que lo que menos demostraba era un respeto por las personas.
Doblo por la cochera, abrió la puerta de la entrada y se dirigió a la habitación, donde se encontraba ella. Mientras le daba vuelta a la cerradura, respiro profundamente y empujo la puerta….CONTINUARÁ
osseeeeeaaaa willie porke dejasteeeeee el relato hasta ahi???
ResponderEliminarque pasaraaaa?? que le dira clodomiro??? como reacciona pris??? fuck que buena la historia jaja
soy una adictaaaa
continuará??? Como que continnuará??? no me hagas esto ...y porq la gente lo pide...dale dale a la historia
ResponderEliminarAunque te tenseeees...
Porqué la gente llega a ser tan intensaaaa? tan falta de amor propio que necesita aferrarse a alguien más?
Ojo...Esto es sólo una historia...pero existen muchos casos en los que la pareja es igual de intenso/a que Priscila y es ahi donde ya no funciona la relación..es necesario respetar el individualismo de la pareja, ese espacio tan necesario.
pinche willie me djaste picadona pero espero mañana temprano la otra parte ate: tu prima shani
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarkeeeeeeeeeeeeeeee? komo ke kontuniara no manches esta buenisima la historia oyes no manches ya dino si te asustastes cuando te le vantastes y viste ke estaba ella kon el cuchillo?
ResponderEliminaruppss..... se me olvidaba ke es solo una historia ke sle de ti pero pobre.
bueno pero espero no tardes en escribir la 4ta parte por ke soy una adicta alas historia de suspenso y AMORRRRRRRRRRRRRRRR.
estare esperando bye............
Que horror; bueno asi hay mucha gente; y digamos q no es locura es zafadura de tornillo; osea eso de obligar a alguien q este con uno esta cañon; ni todo el dinero ni todo el poder es suficiente; ya ven pork luego nos orillan a la soledad y a estar en paz!. Bueno creo q yo te entiendo tal vez no lo vivi directamente; pero si lo vivi con mi ex; (no podia ponerle punto final a su amiga) hasta q ami m embarro con todo y hasta nuestras familias supieron de su relajo; fue muy similar a la historia de cldomiro; la chava igual llego a su trabajo, contacto gente, m iba a ver a mi casa; pero bueno siempre le decia q era por tener poco caracter; pues siempre habia q enfrentar las situaciones pues el mismo la escogio. Ya ven pà q se van con la finta!. Y pues igual hay q entender a la susodicha priscila quiza vio en Clodomiro algo q no habia encontrado en otros, y pues obvio no lo iba a dejar tan facil; eso si los hombres la mayoria de las veces prometen mucho y poca accion; pero bueno eso queda de experienca. Y ojala que los dos hayan encontrado la Paz; pues q ganan con hacerse daño; Dalaaaaaaiiiiiii niños!!!
ResponderEliminarIly :P
ABUSAS CON TUS RELATOS..
ResponderEliminarABUSAS AL DEJARNOS A TODAS ASI ¿?.. Y ASI ¡!
PERO BUENO... SEGURA ESTOY KE VALDRA LA PENA.. ASI QUE.. ESPEREMOS A VER QUE SUCEDE CON CLODOMIRO..
Y KE INTERESANTE.. KE ESA PARTE DE LA HISTORIA NO LA IMAGINABA ASI.. PERO BUENO...
=)!
KISS KISS!!
Tu comentario será visible tras la aprobación.
ResponderEliminarKE APROBACION??
AMISTAD?
=S
NO PUEDO FIRMAR...
ResponderEliminar=/!